La noche anterior

Andrea Lamas

Del 9 de octubre al 7 de noviembre

 

Querida Andrea:

Tu pintura te define en lo más profundo que puede brindar un ser humano: ser sí mismo. Y con una madurez que se enuncia en el oficio, pero que solo se logra en la experiencia de la vida.

Tus cuadros son tan abstractos como figurativos tal como es una conversación filosófica. Adjetivan el mundo en términos abstractos como conceptos en estado de formación. Califican algunas referencias bien concretas, hasta con detalles. Otras las sugieren. Estas representaciones algunas veces hay que deducirlas porque están invertidas. Pero ante todo se destaca la concepción global. Hasta me sorprende la presencia en ese contexto de detalles de una flor o de un pie insinuando una marcha. Todo ello en un clima que muy delicadamente envuelve o se superpone a esos detalles o los acompaña de la misma manera que una palabra abstracta describe la calidad de un objeto concreto.

Pero todo esto que he escrito no llega a describir la emoción que siento al contemplar tus cuadros, porque el espíritu que a ellos anima está tan elocuentemente transmitido por el clima del color que solo puedo decirte que me causan gran admiración. Aún no has hecho tu primera exposición y ya sos una extraordinaria pintora, una gran artista. Diría más, de los (comprendiendo también las) mejores de nuestro ambiente cultural. 

Por otra parte tal vez tu formación de diseñadora gráfica, te ayudó en tu proceso, pero tu pintura no tiene marca alguna de ese origen. Este está presente en los objetos que acompañan, también, el quehacer de tus pinturas. Estos objetos provienen de la misma labor gráfica: letras recortadas son su origen pero la presentación de ellas vuelven a ser englobadas en el conjunto de tal manera que domina de otra forma lo mismo que en tus cuadros: la presencia de una abstracción. De tal manera que la experiencia gráfica no está presente de manera obvia en tus cuadros sino que a la inversa, tu experiencia pictórica está en el trasfondo de tus objetos de origen gráfico.

¿Qué me resta decirte? Sencillamente te admiro. Con esta reiteración me despido con todo mi más profundo afecto.

Yuyo Noé

P.S. Me olvidé de hacer referencia a los títulos de tus cuadros. Son la demostración de lo que esencialmente son ellos. Pura poesía, poesía visual.

 

 

 

 

La noche anterior Galería PHUYU Esmeralda 986 CABA
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