












Santiago Espeche es un artista visual argentino que explora el potencial artístico de las manchas. Su trabajo digital es una intervención primariamente del procesamiento científico sobre imágenes satelitles de la Tierra, luego impreso en soporte fotográfico. Ha expuesto su trabajo de forma individual y colectiva en el Palazzo Firenze en Roma, Art Stage Singapur, Museo Nacional de arte e historia en León, México, Fotofever París, Fotofever Bruselas, Art Hamptons y Artemisa Gallery en Nueva York, museo nacional de Bahrein, museo nacional de Riyadh, el centro cultural Recoleta, el centro cultural Borges entre otros.
Mi primer recuerdo de visión, la primera vez que vi, está embebida de frescos romanos y una inquietud innata por las figuras en las manchas de humedad, en los pliegues de la ropa, o en las formas de los continentes en los mapas de papel. Sea con la mirada perdida o el lente de la pareidolia infantil. Pase horas descifrando los caracteres en los accidentes de los zócalos de mi infancia en Roma. A esa inquietud el maravilloso estímulo cotidiano que es criarse en una ciudad Museo gigante. Un juego de interacción poética con las figuras donde fuera que fijara la mirada.Esto me siguió a todos los destinos. Tardé años en aplicarlo en forma artística.
Lo Satelital
En mi 9 a 5 como administrativo en la Agencia Espacial Argentina fue la misma inquietud pero en los posters científicos la que derivó en mi capacitación en el procesamiento avanzado de imágenes satelitales. Las herramientas de software modernas son cada vez más amigables al usuario y alguien sin experiencia previa pero con inquietud-artistica en mi caso- pudo aprender a procesar y componer en canales de color, la informacion satelital orignalmente en tonos de gris. Los accidentes topográficos dibujan incesantes formas en las grandes extensiones que cubre una imagen satelital de observación de la tierra. Lo mismo sucede con las sombras de los elementos, sus estadios, la atmósfera en el instante de la adquisición, las nubes si el satélite es óptico, los ríos o mismo las ciudades, dibujan en el gran lienzo que es la Tierra. Las imágenes para su fácil manipulación digital son cortes de ese gran lienzo, que se adquieren semana a semana por distintos satélites.
Como parte sutil del cruce entre arte y ciencia fue lindo encontrar un idioma nuevo pero familiar. Las plumas de humo y cenizas de los incendios y volcanes, las manchas de agua las inundaciones, o el término Next neighbour para definir el carácter que tendrá un pixel. Nada más poético que el prójimo. En definitiva el idioma científico se vale de recursos poéticos para definir y discernir en sus interpretaciones. Todo muy familiar.
La Mancha chaman
Desarrollo y exploro la pareidolia que es signo puro, y como tal, puede ser vista y desarrollada en cualquier soporte o dimensión. Mi primer trazo o intervención digital, tanto fais, es sin querer mistica, sin querer artística, obedeciendo en forma fiel y tajante, a una voz infantil, desprovista de control o intención.
El Acuerdo
Es habiendo interpretado la voz infantil y en acuerdo y respeto por lo fantástico, es que accedo, a la postre, a la obra y voz del niño, a veces infantil a veces de una extraña e intimidante profundidad. Tarde años en no juzgarlo. Ahora solo pongo mi curiosidad a su servicio. Versatil y obediente. No molestar. Ninio jugando.
